El gol de Víctor al minuto del inicio y el de Alex a los siete, vaticinaban un triunfo fácil ante un adversario ya entregado. Luego lo de siempre, relajación y atasco absoluto...
Fue lo mejor de una primera parte en la que el Sporting ejerció un dominio impreciso y el Beato presionaba la salida del balón de los níveos con la intención de agobiarles con el único propósito de lograr que el partido fuera lo más trabado posible.
Fue un partido en el que los de Marratxi, aunque sin claridad, dominó más que los inqueros, que solo dieron la sensación de poder marcar, durante los minutos postreros del segundo tiempo. Cuando llegó el gol de Navarro, el conjunto local ya había hecho algunos merecimientos, más por ocasiones brindadas por los defensores que por su propio juego.
Quedan dos encuentros: En casa contra La Unión y fuera el Manacor y para mantener la categoría necesitamos unos cuatro puntos...
¿Misión imposible?
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